El agotamiento emocional es real. Por diversas razones, llenamos nuestra mente de pensamientos negativos que no nos permiten avanzar. Es muy fácil entrar en este estado de estancamiento, pero puede resultar muy difícil salir del mismo si no logramos identificar lo que está sucediendo. Estos «ladrones de energía vital» son factores que pueden minar nuestra energía de forma gradual o repentina.
Si sientes que estás pasando por una situación similar, es muy probable que los ladrones de energía vital estén haciendo de las suyas.
¿Qué son los ladrones de energía y cómo pueden afectarnos?
Los ladrones de energía son todos aquellos pensamientos, acciones e incluso personas que nos hacen sentir sin ganas de hacer nada en el día a día. Estos actúan de forma sutil y clandestina, por lo que podemos confundirlos con simple pereza o, peor aún, pueden hacernos creer que no somos lo suficientemente buenos.
Cuando no hacemos nada para combatirlos, entramos en un ciclo de negatividad y comenzamos a convertir pequeñas acciones en hábitos. Es decir, que nos acostumbramos a estar desmotivados, transformándolo en un estilo de vida.
Por supuesto, esto puede afectar nuestra vida en todos los aspectos posibles: en nuestro desempeño laboral/estudiantil, en la dinámica familiar y en nuestra vida personal.
¿Cuáles son los ladrones de energía vital?
Existen muchos ladrones de energía vital, pero hoy hablaremos sobre los más comunes.
Desorden físico/mental
El desorden atrae el caos. Y el caos es el enemigo número uno de la productividad y un ladrón de energía. Por esta razón, será muy difícil para ti desarrollarte de forma positiva en un entorno desorganizado y sucio.
En el trabajo, por ejemplo, evita que cumplamos con nuestros deberes de manera óptima, lo cual puede traernos problemas con nuestro jefe o afectar directamente nuestros ingresos si somos independientes. Mientras tanto, el desorden en el hogar nos llena de energía negativa desde el comienzo del día.
Lo mismo pasa con la mente. Una mente desorganizada nos quita el control de nuestros propios pensamientos y evita que sepamos cómo actuar.
Así que, si estás decidido a salir del ciclo de negatividad y dar el siguiente paso, comienza por arreglar tu entorno.
Decir que sí a todo
Aunque no lo creas, no saber decir “no” puede afectarnos a grandes rasgos. Sin darnos cuenta, creamos hábitos que nos hacen sentir mal solo para complacer a otros.
Esto puede suceder tanto en el ámbito laboral como con nuestra familia, pareja o amigos. Lamentablemente, si nos convertimos en esa persona que le dice que sí a todo, de forma inconsciente nuestros conocidos le sacarán el máximo provecho a la situación, por tanto se convierten en ladrones de energía. Nos llevan al agotamiento y no dejan sin tiempo para nosotros mismos.
Evidentemente, existe la empatía y en algunas ocasiones podemos hacer ciertos “sacrificios” para ayudar a nuestros seres queridos. Pero no debe convertirse en una costumbre. Puedes decir que no, cuando no estés de acuerdo o, no tengas tiempo para ello.
Procrastinación y pendientes
Este ladrón de energía es el más común de todos. Suele suceder principalmente por un estado de ánimo negativo que no nos permite concentrarnos en nuestras obligaciones porque estas no generan placer inmediato. Por lo tanto, optamos por distraernos con cualquier otra cosa, como ver la televisión, usar el celular o incluso cumplir con otras pequeñas tareas de menor importancia.
Sin embargo, la costumbre de “dejarlo para más tarde”, lo único que logra es que pasemos todo el día sintiéndonos culpables y preocupados por la tarea pendiente. En otras palabras, entramos en un círculo vicioso que no nos dejará en paz.
Vivir acelerados
Así como no podemos dejar todo para última hora, tampoco debemos hacer todo al mismo tiempo sin descanso.
Cuando nos exigimos a nosotros mismos más de lo que nuestro cuerpo y mente pueden dar, atentamos contra nuestra salud. Entonces, en vez de lograr ser eficientes, llegaremos al temido agotamiento físico y mental.
Es por esta razón que debemos distribuir nuestro tiempo de manera correcta, tomando en cuenta el descanso. Podemos celebrar cada pequeño paso, sabiendo que estamos construyendo de forma progresiva nuestros objetivos.
Abusar de redes sociales
Las redes sociales pueden ser un excelente medio de comunicación, así como un escape a la rutina para ver imágenes divertidas o saber más sobre la vida de nuestros conocidos. Sin embargo, cuando las redes sociales toman el control de nuestras vidas, se convierten sin duda en uno de los ladrones de energía más feroces.
En primer lugar, su uso excesivo nos quita tiempo. Hoy en día podemos ver a personas de todas las edades pasando horas y horas frente al celular.
Pero, además, la constante propaganda que nos muestra una realidad falsa (con estándares de belleza y vida difíciles de cumplir), pueden hacernos sentir mal con lo que tenemos y con nosotros mismos.
No dormir bien
Los adultos necesitamos entre 7 u 8 horas de sueño para tener un descanso óptimo. Por ende, dejar de dormir para encargarnos de nuestras obligaciones, puede ser contraproducente y se convierte en un ladrón de energía. No solo se trata de cansancio físico, sino también mental. No podremos poner nuestros pensamientos en orden y hasta podríamos sentir un vacío emocional.
Azúcar/comida chatarra
Una mala alimentación afecta nuestro rendimiento de manera directa. La comida chatarra, no aporta la energía suficiente que necesita nuestro cuerpo para cumplir con nuestras actividades cotidianas.
Mientras tanto, el azúcar a primera vista pareciera dar el efecto contrario: llenarnos de energía. Sin embargo, a largo plazo puede afectar a la buena oxigenación del cerebro y los resultados serían fatales. A su vez, el exceso de azúcar influye en nuestra concentración y no nos permite estar en un estado de calma.
La gente tóxica
Por último, no hay nada que nos haga sentir más negativos que rodearnos de personas malintencionadas o que, sin querer, nos hacen daño.
Por ejemplo, relaciones en donde predominan las peleas, amigos que sienten envidia por nosotros, familiares que nos critican constantemente, un jefe que abusa de nuestro tiempo… Cualquier tipo de relación que te haga sentir mal, puede ser tóxica. Y esto podría ser un ladrón de energía.
Dependiendo de la relación que tengas con esa persona, lo más fácil puede ser alejarte de ella. Pero, si esto no es posible, existen alternativas, como explicarle cómo te sientes, ir a terapia o reducir la interacción al máximo.
Libros que te ayudarán a cambiar de hábitos
Si estás buscando una forma efectiva de combatir los malos hábitos que pueden estar robando tu energía, nuestra selección de libros te ofrecen las respuestas que necesitas. Descubre estrategias probadas para vencer la procrastinación, eliminar el estrés innecesario y mejorar tu bienestar en general. Cada libro está diseñado para proporcionarte herramientas prácticas y consejos para recuperar tu energía y llevar una vida más plena.
¿Cómo puedo identificar si estoy siendo afectado por un ladrón de energía?
Presta atención a tu nivel de energía, tu estado de ánimo y tus relaciones. Si constantemente te sientes agotado, irritable o, tienes relaciones que te hacen sentir mal, es posible que estés siendo afectado por uno de estos ladrones de energía.
¿Qué puedo hacer si estoy atrapado en una relación tóxica?
Establece límites claros con la persona tóxica y considera buscar apoyo de un terapeuta o consejero para ayudarte a lidiar con la situación.
¿Cómo puedo mejorar la calidad de mi sueño?
Mantén una rutina de sueño regular, crea un ambiente propicio para el descanso y evita la cafeína y la tecnología antes de acostarte.
Reflexión
Como puedes ver, la mayoría de los ladrones de energía vital pueden ser solucionados por ti mismo. Puede ser difícil al principio, pero una vez que logras identificarlos y estás consciente de que representan un problema en tu vida, encontrarás una pequeña motivación para combatirlos.
Ve paso por paso y tómate el tiempo necesario para hacer las actividades que te hacen feliz. Con el tiempo, la energía positiva predominará en tu vida y te sentirás más estimulado para desempeñarte en todo lo que es importante.
Espero que este post te haya sido de mucha ayuda. Siempre contando contigo, te exhorto a las tres C: Comenta, Comparte y Compra. 😉
¡Gracias!