El estrés es una condición derivada de diversas situaciones o circunstancias que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se ha encontrado incluso que desde el 2020 los niveles de estrés en las personas han aumentado drásticamente, alterando la calidad de vida de quienes lo padecen. Descubre a continuación qué es el estrés, cuál es el tipo de estrés que te está afectando y de qué manera puedes combatirlo.
Para comenzar ¿Qué es el estrés?
En términos generales, el estrés es una respuesta biológica que emana cuando una persona se encuentra sometida a una situación de alta complejidad, o la cual considera como una amenaza o que excede sus capacidades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como “el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara el organismo para la acción”. Entonces, el estrés hasta cierto grado es considerado como una respuesta normal del organismo ante escenarios amenazantes, y se convierte en un problema de salud cuando afecta la vida diaria de la persona quien lo padece.
Factores de riesgo asociados al padecimiento de estrés
Existen determinados factores que suponen un riesgo para el padecimiento del estrés. Se clasifican básicamente en dos categorías: los factores psicológicos y los factores ambientales. Veamos de qué se tratan cada uno de ellos.
Factores de riesgo psicológicos
Aquellos directamente vinculados con la mente de quien padece estrés, entre estos:
- Una predisposición al padecimiento de otros trastornos mentales: En especial la ansiedad. Se ha de mostrado que quienes padecen de este trastorno son más propensos a presentar episodios de estrés.
- Ser introvertido: Las personas introvertidas a menudo son las más afectadas frente a situaciones abrumadoras.
- Dificultad para manejar diversas situaciones: Algunas personas tienen una mayor dificultad para enfrentar situaciones de la vida cotidiana o para asumir circunstancias abrumadoras. Estas personas son más propensas a padecer estrés.
Factores de riesgo ambientales
Todos aquellos factores ajenos a la persona pero que tienen un impacto negativo sobre su salud mental.
- Eventos traumáticos: Se trata de aquellas situaciones que tienen un profundo impacto negativo sobre la estabilidad emocional de la persona. Una ruptura amorosa, el padecimiento de una enfermedad grave, el fallecimiento de un ser querido.
- Cambio de rutina: Adaptarse a un nuevo horario, incorporar nuevas actividades al día a día, o dejar de hacer ciertas cosas a las que se está acostumbrado, son ejemplos de algunas cosas que pueden derivar en el padecimiento de estrés.
Tipos de estrés más habituales
En general, el estrés se puede clasificar en 5 grandes grupos, a saber: estrés agudo, estrés crónico y estrés agudo episódico, estrés emocional y estrés ambiental. Cada uno de ellos cuenta con características distintivas aunque comparten una sintomatología similar. A continuación más detalles.
Estrés agudo: Cuando el reloj corre rápido
Se le conoce como el tipo de estrés más común. El estrés agudo es el más padecido y suele presentarse cuando la persona evidencia una dificultad para enfrentarse a una determinada situación. Puede ser el resultado de la presión o la exigencia y habitualmente tiende a mermar rápidamente. Quienes padecen de estrés agudo, a menudo presentan síntomas como: cansancio profundo, manos y pies fríos, se pueden experimentar además episodios de ansiedad y de depresión.
Estrés crónico: La Sombra Persistente
Se trata de un tipo de estrés que se caracteriza por ser agotador para quien lo padece. Una persona que padece de estrés crónico, a menudo se encuentra en una situación de la cual no se ve escapatoria alguna, además se evidencia un desinterés por la búsqueda de la solución de los problemas. Se ha encontrado una mayor incidencia de pensamientos suicidas en personas que padecen estrés crónico. Además se sabe que existe una mayor posibilidad de sufrir enfermedades cardíacas así como un mayor riesgo de infarto al miocardio. Por lo general se requiere de tratamiento farmacológico para mermar los síntomas.
Estrés agudo episódico
Un tipo de estrés agudo que se presenta en la vida de las personas de manera episódica. Quienes padecen de este tipo de estrés por lo general se encuentran en una crisis constante debido a la autoexigencia, ya que habitualmente asumen un gran número de responsabilidades que muchas veces no pueden manejar. Es normal que las personas que padecen estrés agudo episódico tengan un carácter explosivo y además sean muy irritables. Tienden a ser individuos con un profundo pesimismo y, al igual que en el caso anterior, son propensos a padecer enfermedades cardíacas.
Estrés emocional: Más allá de lo físico
El estrés emocional es una respuesta del organismo a situaciones que generan tensiones emocionales. A diferencia del estrés físico, que se relaciona con las demandas físicas del cuerpo, el estrés emocional se vincula directamente con las emociones y los sentimientos. Este tipo de estrés puede surgir de diversas fuentes, como presiones laborales, conflictos interpersonales, pérdidas personales o cambios significativos en la vida.
Manifestaciones comunes del estrés emocional incluyen ansiedad, irritabilidad, cambios de humor, falta de concentración y problemas para dormir. A largo plazo, el estrés emocional puede tener efectos negativos en la salud mental y física, aumentando el riesgo de trastornos como la ansiedad y la depresión, así como problemas de salud física como enfermedades cardíacas.
Estrés ambiental: Cuando el entorno pesa
El término «estrés ambiental» se refiere a la presión o tensión que experimenta un individuo debido a su entorno. A diferencia del estrés emocional, que está más centrado en las respuestas emocionales y psicológicas a situaciones específicas, el estrés ambiental tiene que ver con las influencias del entorno físico y social en la vida de una persona.
Este tipo de estrés puede estar relacionado con factores como el ruido, la contaminación, las condiciones de vida, la presión social, entre otros. Por ejemplo, alguien que vive en una zona con altos niveles de contaminación podría experimentar estrés ambiental debido a la calidad del aire. Del mismo modo, la presión social o las expectativas en el entorno de trabajo también pueden contribuir al estrés ambiental.
Estrategias para combatir los tipo de estrés
Si el estrés se ha adueñado de tu vida, no des todo por perdido. Siguen habiendo cosas que puedes hacer para llevar tu día a día con tranquilidad.
El primer paso: reconoce cuando estás estresado
Es sabido que todas las personas experimentan el estrés de una manera diferente. ¿Sabrías reconocer si estás frente algún episodio de estrés? Determina si estar estresado te hace sentir irritable, preocupado o decaído. Además aprende a detectar los tensionantes, o todas aquellas situaciones que puedan producir estrés en ti.
Acepta que hay situaciones que se salen de tus manos
Un gran porcentaje de las personas, padecen estrés porque sienten que necesitan controlar todo. La verdad es que no puedes tener en tus manos la solución de todos los problemas ni puedes tener bajo control todos los ámbitos de la vida cotidiana. Una vez que aceptes esto, podrás notar cómo los niveles de estrés en tu vida comienzan a disminuir.
Haz actividades que te gusten
Si bien a veces aunque se intente evadir cada situación estresante, es posible que en ocasiones estas puedan hacerse presentes sin que se pueda hacer algo al respecto. Para tratar de paliar la situación haz actividades que sean de tu agrado, que te permitan drenar el estrés y que además te hagan sentir relajado.
Aplica nuevas técnicas de relajación
Si no es fácil para ti relajarte, entonces pon en práctica algunas técnicas que te ayuden a lograrlo. El yoga y la meditación pueden ser grandes aliados cuando lo que se busca es superar cualquier tipo de estrés.
Descubre y supera el estrés: Identifica el tipo que impacta tu vida
Sumérgete en nuestra colección de libros diseñados para ayudarte a identificar y superar los diferentes tipos de estrés que afectan tu vida. Cada obra está creada con la intención de brindarte herramientas prácticas para manejar y reducir el estrés específico que enfrentas.
¿El estrés emocional afecta la salud física?
Sí, el estrés emocional puede tener impactos físicos significativos, desde problemas digestivos hasta trastornos del sueño.
¿El estrés ambiental puede ser positivo?
En dosis moderadas, el estrés ambiental puede impulsar el rendimiento y el crecimiento personal.
¿Hay estrategias universales para combatir el estrés?
Si bien hay técnicas generales, cada persona responde de manera única, por lo que es crucial encontrar estrategias que se adapten a ti.
¡Una vida libre de estrés!
Nadie está exento de padecer un episodio de estrés, no obstante, en ti reside la manera en la que quieres enfrentarlo. Ahora qué conoces más sobre este problema y sabes cómo lidiar con él, estás listo para enfrentarte a un nuevo día sin preocupaciones.
Espero que este post te haya sido de mucha ayuda. Siempre contando contigo, te exhorto a las tres C: Comenta, Comparte y Compra. 😉
¡Gracias!