La inteligencia es una cualidad que muchos valoran. Tradicionalmente, se ha medido con pruebas de coeficiente intelectual (CI), que evalúan aspectos cognitivos como la resolución de problemas, la memoria y la comprensión verbal. Sin embargo, la inteligencia es una característica multifacética que no se limita a un número.
Además, es importante saber que, gracias a la neuroplasticidad, la estructura de nuestro cerebro puede ser modificada, por lo que podemos aumentar nuestro intelecto gradualmente.
En otras palabras, no somos seres completamente “hechos”. Aún tienes la oportunidad de ser más inteligente y mejorar tus capacidades. En este artículo te damos algunos tips para lograrlo.
Definiendo la inteligencia más allá del Coeficiente Intelectual
La inteligencia es un concepto multifacético que va más allá de la capacidad de resolver ecuaciones matemáticas complejas o recordar datos específicos. Aunque el CI es una medida importante de la inteligencia, no es la única forma de evaluarla. La inteligencia se manifiesta en diversas formas, y una de las más destacadas es la inteligencia emocional.
Inteligencia emocional: Comprendiendo las emociones
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones propias y las de los demás. Esta forma de inteligencia es esencial en la vida cotidiana, ya que afecta nuestras relaciones interpersonales, nuestra toma de decisiones y nuestro bienestar emocional. Las personas con alta inteligencia emocional son capaces de manejar el estrés, empatizar con los demás y resolver conflictos de manera efectiva. Desarrollar la inteligencia emocional implica la autoconciencia, la autorregulación, la empatía y las habilidades sociales, y puede marcar una gran diferencia en la calidad de nuestras vidas.
Creatividad: Pensamiento fuera de la caja
Otra forma de inteligencia que va más allá del coeficiente intelectual es la creatividad. La creatividad implica la capacidad de generar ideas originales, resolver problemas de manera innovadora y ver las cosas desde diferentes perspectivas. No se limita a pintar un cuadro o escribir una canción; la creatividad puede aplicarse en cualquier campo, desde la resolución de problemas técnicos hasta la innovación en los negocios. Cultivar la creatividad implica fomentar la curiosidad, estar dispuesto a correr riesgos y desarrollar habilidades de pensamiento crítico.
Habilidades sociales: Navegando en el mundo social
Las habilidades sociales también son una forma importante de inteligencia. La capacidad de comunicarse de manera efectiva, comprender las señales sociales y construir relaciones sólidas son aspectos fundamentales de la inteligencia social. Desarrollar habilidades sociales implica practicar la empatía, mejorar la comunicación no verbal y aprender a resolver conflictos de manera constructiva. Estas habilidades son cruciales en el ámbito profesional y personal, ya que pueden determinar el éxito en nuestras carreras y la calidad de nuestras relaciones.
Otras formas de inteligencia: Conocimiento práctico
Además de la inteligencia emocional, la creatividad y las habilidades sociales, existen muchas otras formas de inteligencia, como la inteligencia lingüística, la inteligencia espacial, la inteligencia lógico-matemática y la inteligencia corporal-kinestésica, por nombrar algunas. Cada una de estas formas de inteligencia se manifiesta en diferentes áreas de la vida y puede ser desarrollada a través del aprendizaje y la práctica.
Estrategias para desarrollar la inteligencia
Desarrollar la inteligencia en sus diversas formas es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y compromiso. Aquí presentamos algunas estrategias para ayudarte a potenciar tu inteligencia más allá del coeficiente intelectual:
La dualidad de nuestra mente
La teoría del dualismo separa a la mente y el cuerpo como dos sustancias distintas. La mente, que comprende los pensamientos y la consciencia, puede funcionar de manera casi independiente de nuestro cuerpo físico, incluyendo el cerebro.
Cuando indagamos en lo que esto significa, nos damos cuenta de que muchos de los pensamientos o ideas que tenemos en nuestra mente pueden ser controlados por nosotros, no son necesariamente provocados de forma involuntaria por nuestro cerebro.
Dicho de otro modo, la dualidad de la mente influye en la consciencia que tenemos sobre nosotros mismos. Nos da un mayor control de nuestra mente, ayudándonos a tomar mejores decisiones, a conocer nuestros fallos y, en general, a tener un panorama más claro.
Todo esto influye en nuestro aprendizaje y el progreso de nuestras habilidades, por lo que sin duda nos dará una mano en nuestro camino por ser más inteligentes.
Aprender a ver y crear
Cuando pensamos en cómo nutrir nuestra capacidad intelectual, lo primero que viene a nuestra mente es estudiar una carrera, leer muchos libros, hacer cursos, etc. Por supuesto, estos pasos son positivos para ir en esta dirección. Pero es importante establecer una base sólida para asegurarnos de avanzar de forma correcta.
En este sentido, aprender a ver es una gran iniciativa para crear esa base. Nos ayudará a contemplar cada actividad que nos propongamos.
Podemos llamarlo “Meditación portátil”. La idea sería llevar los principios de contemplación que practicamos en nuestros ejercicios de meditación al área práctica. Por ejemplo, si vamos a limpiar los platos, podemos concentrarnos en la sensación que crea esta actividad en nosotros. Como el sonido del agua cayendo, la sensación de la esponja en nuestras manos…
También podríamos aplicarlo en campos académicos, como leer libros. En este caso, podemos llevar un control de la reacción de nuestra mente en este momento de estudio: plantear hipótesis dentro de la lectura, analizar las palabras y la sensación que causan en nosotros, etc.
En nuestro día a día convivimos con muchos pensamientos mientras hacemos estas actividades; se nos vienen a la cabeza muchos tipos de pensamientos que no tienen relación directa con lo que estamos haciendo. Esta práctica permitirá un cambio en nuestro cerebro que lo acostumbre a una concentración más profunda y mucho más capaz de crear ideas dentro de lo que hacemos para ser más inteligente.
Crea el hábito de tener ideas
Tener ideas no es algo sencillo. No todos podemos ingeniar una solución de forma natural a cada problemática que se nos presente. Pero, como todo en la vida, es solo cuestión de llevar un entrenamiento específico que te permita mejorar en ese área. Crear ideas no es la excepción.
Hay formas de mejorar nuestra capacidad de ingenio para ser más inteligente. Una de ellas, por ejemplo, es intentar desarrollar más nuestros hemisferios cerebrales.
Todos tenemos un lado del cerebro que tiene mayor desempeño intelectual que el otro. Esto se da de forma natural y varía por cada persona. Aún así, podemos fomentar el desarrollo del hemisferio que menos utilizamos, de manera que podamos mejorar nuestra capacidad creatividad y respuesta intelectual.
Estas son algunas formas de lograrlo:
- Escribir con ambas manos
Cuando escribimos con el lado izquierdo, predomina el funcionamiento del lado derecho de nuestro cerebro, y viceversa. Aprender a escribir con ambos lados nos permitirá fomentar el uso de ambos lados de nuestro cerebro y con ello pensar desde distintas perspectivas.
- Meditar
Meditar permite conectar con un “yo” más calmado y libre de los estímulos del día a día. Podemos verlo como si limpiamos un lienzo y nos permite ver todo desde una perspectiva más neutral. ¿Cómo podemos tener ideas si nuestra cabeza está llena de todo tipo de pensamientos que no vienen al caso?
Por otro lado, puedes ser más inteligente y creativo agregando pequeños hábitos a tu rutina. Por ejemplo, escuchar música nueva, probar otros géneros de libros o películas que no suelen gustarte, escribir libremente (sin un tema en específico), darte mayor libertad en tu día a día.
La ley de Forrest Gump
Forrest Gump es un filme con un protagonista muy especial. Se podría concluir que no era una persona muy inteligente, pero esta afirmación estaría en lo correcto solo si nos basamos en ciertas áreas específicas del intelecto.
Aunque al comienzo lo muestran como un individuo con muchas discapacidades, fue irónico cómo pudo conseguir más logros que la mayoría de personas.
Algunas teorías avalan la existencia de muchos tipos de inteligencia. De hecho, es la razón de por qué es tan difícil medir nuestra capacidad intelectual con un test. Para que esto funcionara, la prueba tendría que ser excesivamente extensa para cubrir todas las áreas a evaluar de nuestras capacidades.
Es por eso que algunas personas destacan en el área física, otras son buenas para el razonamiento matemático, mientras que otras son excelentes para el complejo arte de la música, y así sucesivamente.
En otras palabras, medir nuestra inteligencia solo por nuestras capacidades matemáticas o académicas, sería bastante injusto para nosotros mismos. Cada persona es distinta, por lo que podemos ser inteligentes de diversas maneras.
Un buen comienzo para mejorar nuestras capacidades intelectuales, la cual muchos psicólogos recomiendan, es identificar en dónde somos buenos. A partir de allí, comenzaremos a mejorar en esa área.
Forrest Gump es un excelente ejemplo, ya que a lo largo de la película demostró una alta disciplina en el entrenamiento de aquellas actividades que se le hacían fáciles, y de allí la razón de por qué evolucionó tanto en ellas.
Libros que exploran la verdadera naturaleza de la inteligencia
La inteligencia es un tema fascinante que va más allá del coeficiente intelectual. En esta sección, te presentamos una colección de libros que exploran la verdadera naturaleza de la inteligencia. Descubre cómo desarrollar tu intelecto y habilidades cognitivas para alcanzar tu máximo potencial.
¿Puede alguien volverse más inteligente sin importar su edad?
¡Absolutamente! La inteligencia no tiene límites de edad. El aprendizaje y la adaptación son posibles a lo largo de toda la vida.
¿Cómo puedo mantener la motivación para aprender constantemente?
La clave es encontrar temas que realmente te interesen. La motivación es más fácil de mantener cuando disfrutas del proceso de aprendizaje.
¿Debo preocuparme por mi coeficiente intelectual?
El coeficiente intelectual es una medida limitada de la inteligencia. En lugar de preocuparte por tu CI, concéntrate en desarrollar tus habilidades cognitivas y tu conocimiento. La inteligencia va más allá de una sola puntuación.
¿Cómo puedo medir mi inteligencia emocional?
La inteligencia emocional no se mide de la misma manera que el coeficiente intelectual. En cambio, se evalúa a través de la autoevaluación y la retroalimentación de otras personas. Puedes comenzar por reflexionar sobre tus emociones, tu capacidad para manejar el estrés y tus relaciones interpersonales. También puedes buscar libros y recursos que te ayuden a comprender y mejorar tu inteligencia emocional.
¿Qué pasa si carezco de creatividad?
La creatividad es una habilidad que puede ser desarrollada. Si sientes que careces de creatividad, no te preocupes, puedes trabajar en ello. Cultiva tu curiosidad, explora diferentes áreas de interés, busca inspiración en diversas fuentes y practica la generación de ideas. La creatividad se nutre con el tiempo y la dedicación, y con el enfoque adecuado, puedes potenciar tu capacidad creativa.
Palabras Finales
La inteligencia es una habilidad maleable que puede ser mejorada a lo largo de la vida. Aprovecha esta oportunidad para crecer y convertirte en una persona más inteligente en todas sus formas. Tu éxito y bienestar dependen en gran medida de tu capacidad para desarrollar estas habilidades, y el viaje hacia la inteligencia continua es un camino enriquecedor y gratificante.
Si queremos prosperar en algo, debemos dedicar mucho tiempo y esfuerzo a ello. De esta forma, pronto será difícil recordar quiénes éramos antes de haber comenzado el viaje para ser más inteligente.
Espero que este post te haya sido de mucha ayuda. Siempre contando contigo, te exhorto a las tres C: Comenta, Comparte y Compra. 😉
¡Gracias!