Durante el desarrollo de nuestra vida, es normal que existan momentos en que todo pareciera estar fuera de control. Son contextos en donde todo parece coincidir y lograr así romper nuestras defensas y capacidad para lidiar con las situaciones. En momentos de dificultad, todos necesitamos un «bote salvavidas», es decir, personas que nos apoyen, nos guíen y estén ahí para nosotros.
Estas personas desempeñan un papel crucial en nuestras vidas, ayudándonos a navegar por las aguas turbulentas de la existencia. Pero, ¿quiénes son estas personas que debes tener en tu bote salvavidas? ¿Cómo puedes identificarlas y cultivar relaciones significativas con ellas?
En este artículo, exploraremos estas preguntas y te proporcionaremos una guía para rodearte de personas que realmente marcan la diferencia.
¿Qué es un bote salvavidas personal?
Un «bote salvavidas personal» es un término metafórico que se refiere a las personas que te brindan apoyo emocional, orientación y estabilidad en momentos de necesidad. Estas son las personas que están dispuestas a estar a tu lado cuando las cosas se ponen difíciles, actuando como anclas emocionales en tu vida. Pueden ser amigos, familiares, mentores, consejeros o cualquier persona que muestre un compromiso genuino para ayudarte a navegar por las tormentas de la vida.
Mecanismo de defensa subconsciente
Normalmente tenemos todo un conjunto de pensamientos que nos protegen de los altercados que se presentan en nuestro día a día. Es esa memoria a la que recurre nuestro cerebro para poder defenderse de una situación poco placentera. Hay que recordar que somos seres que tienen años pisando este planeta y nuestro cerebro es de hecho uno de los órganos que más trabajo ha llevado durante todo este tiempo.
Hemos construido respuestas automáticas que nos ayudan a tener serenidad cuando todo parece salir mal. Sabemos a qué costumbres acudir para sentirnos mejor y es gracias a la base de datos que tenemos de todo lo que hemos vivido. De hecho, es recomendable saber identificar cómo nos sentimos exactamente para saber qué hacer.
A pesar de que estos mecanismos de defensa varían dependiendo de la persona, los más comunes son: escuchar música, hacer actividades físicas como yoga o cardio, dibujar, escribir, etc. Sin embargo, aunque debe ser una buena noticia leer que no somos vulnerables, existen escenarios que pueden romper nuestras defensas, como si fuesen un caballo de troya.
Estos son algunos ejemplos:
● Períodos de tiempo en donde muchas circunstancias pequeñas coinciden. Por ejemplo, durante la misma semana tu jefe te notifica que cometiste un terrible error, tu pareja muestra signos de ausencia o inestabilidad, se daña algún electrodoméstico básico para tu día a día.
– Experiencias cercanas a la muerte.
– El deceso de algún familiar.
– Una ruptura amorosa.
Todos estos son momentos en los que generalmente cualquier sistema de defensa inconsciente que tengamos bajo la manga tiende a colapsar, por lo que no servirían para que logremos tener estabilidad anímica. Entonces, ¿qué podemos hacer?
Lo normal es recurrir ante alguna persona que consideremos de confianza. A pesar de que al comienzo hablar de una situación no parezca el final de nuestra confusión, con el tiempo es la mejor medicina que podemos encontrar en nuestros pensamientos.
Recuerda que durante muchos años, la terapia ha demostrado ser la mejor solución ante personas que presentan síntomas como depresión, ansiedad, estrés, etc, y su dinámica está basada en el conversar sobre aquello que nos aqueja.
Por esto, contar con un grupo de personas a quienes podamos recurrir y hablar sobre lo sucedido, ayudará a aliviar la situación mucho más temprano de lo normal. Y, de hecho, te asegurará que no se convierta en un problema más grande de lo que realmente es.
Arma un bote salvavidas
Para esta iniciativa que estamos intentando tomar, es importante que tengamos un bote salvavidas. ¿A qué me refiero? A un grupo de personas a quienes sepamos que podemos acudir. De hecho, ellas deberían saber que ocupan este rol en nuestra vida.
Míralo de esta manera: no querrás estar en medio de un barco por hundirse y no tener idea de dónde están los botes salvavidas. O, peor aún, ni siquiera saber si cuentas con ellos.
Durante una mala situación, no queremos sobrepensar a quien podemos llamar y cuál sería el resultado de hacerlo. Necesitamos saber qué va a suceder una vez le confiamos nuestros secretos y reacciones a un tercero.
¿Es seguro integrar a cualquiera a nuestro bote?
Este es un punto de mucha importancia en este artículo, ya que el consejo principal es que contamos con un grupo de personas con las que podamos acudir para aquellos momentos en que nos hemos roto.
Pero, si escogemos mal los integrantes de nuestro bote salvavidas, entonces esto puede de hecho tener el efecto contrario y ser aún peor.
Tenemos que tener en mente que vamos a confiar nuestros sentimientos a otro, por lo que necesitamos que tenga un poco de sentido común para llevar este tipo de conversaciones.
Dicho esto, las personas que deberías tener de tu lado deberían tener estos atributos:
● Saber escuchar
Generalmente el poder que tiene esta mecánica en nosotros se basa en poder soltar todo lo que sentimos y sentirnos escuchados. Si vamos a contarle nuestra situación a una persona, debe ser capaz de escuchar a fondo todo lo que tengamos que decir.
Existen personas que no tienen la paciencia para escuchar sin primero imponer su opinión sobre el tema, incluyendo las posturas que creen que debimos haber acogido. Preferiblemente, debemos escoger a alguien que pueda sentarse a ver qué hay dentro de
nosotros.
● Ser empático
A pesar de que es crucial que nos escuchen, también debemos asegurarnos de que sea una persona con la capacidad de comprender a fondo lo que sentimos. No queremos que los integrantes de nuestro bote salvavidas estén presentes durante todo nuestro desahogo,
pero no sean capaces de mostrar emociones ante lo que sentimos.
Sino, nos sentiremos como si la situación que estamos experimentando realmente no tiene ningún valor en general. Incluso si esas no son sus intenciones, se requiere de mucha comprensión para que el otro se sienta entendido.
● Ser cercano a nosotros
Justamente por lo que hemos aprendido de los puntos anteriores, se requiere de mucha evaluación antes de integrar a alguien a este grupo tan cercano a nosotros. Por eso, es recomendable que sea siempre alguien a quien tengamos tiempo conociendo y tengamos
conocimiento de sus hábitos.
Cultivando relaciones con personas significativas
Una vez que hayas identificado a las personas que deberían formar parte de tu bote salvavidas, es importante cultivar y mantener esas relaciones. Aquí hay algunos consejos para hacerlo:
Expresa tu gratitud
Nunca subestimes el poder de un «gracias». Expresar tu gratitud por el apoyo que recibes fortalecerá tus relaciones y mostrará a tus seres queridos cuánto valoras su presencia en tu vida.
Ofrece apoyo en reciprocidad
El apoyo no debe ser unidireccional. Está dispuesto a brindar apoyo en reciprocidad cuando las personas en tu bote salvavidas necesiten tu ayuda. Las relaciones son un intercambio constante.
Comunica tus necesidades
La comunicación es clave en cualquier relación. Si necesitas apoyo o algo específico de las personas en tu bote salvavidas, comunícalo de manera abierta y respetuosa.
Cuida tus propias relaciones
Mantener relaciones saludables fuera de tu bote salvavidas también es importante. No debes depender exclusivamente de unas pocas personas para todo tu apoyo emocional.
Descubre a tus botes salvavidas: Libros para fortalecer tus relaciones y tu bienestar
¿Te has preguntado quiénes son las personas que te apoyan incondicionalmente en momentos difíciles? Nuestra colección de libros sobre relaciones y bienestar te ofrece una guía para identificar y fortalecer a esas personas que son como botes salvavidas en tu vida. Aprende a nutrir estas relaciones y a cultivar un círculo de apoyo sólido. ¡Hoy es el día para construir relaciones más significativas y sentirte respaldado en todo momento!
Cuántas personas deberían estar en mi bote salvavidas?
No hay un número específico. Lo más importante es la calidad de las relaciones en lugar de la cantidad. Puedes tener una o varias personas en tu bote salvavidas, según tus necesidades y circunstancias.
¿Cómo puedo ser una persona en el bote salvavidas de alguien?
La empatía, la escucha activa y la disposición a brindar apoyo son cualidades clave. Sé un amigo confiable y brinda apoyo cuando sea necesario.
¿Qué hago si siento que no tengo a nadie en mi bote salvavidas?
Si sientes que careces de apoyo, considera buscar la ayuda de un consejero o terapeuta. También puedes unirte a grupos de apoyo o actividades donde puedas conocer a personas afines.
Sé que muchas veces queremos resolver las peores situaciones por cuenta propia, pero todos debemos saber qué hacer ante una calamidad para que no nos agarre desprevenidos y podamos lidiar de forma apropiada con la situación.
Tener un bote salvavidas personal de personas significativas es esencial para navegar por las aguas a veces tumultuosas de la vida. Estas personas aportan apoyo, comprensión y estabilidad a tu mundo.
Al identificar a quienes deberías tener en tu bote salvavidas y cultivar esas relaciones, puedes construir un sistema de apoyo sólido que te ayude a superar desafíos y a disfrutar de los momentos felices. Nunca subestimes el poder de las relaciones significativas; son un tesoro en la travesía de la vida.
Espero que este post te haya sido de mucha ayuda. Siempre contando contigo, te exhorto a las tres C: Comenta, Comparte y Compra. 😉
¡Gracias!