¿Cómo ser una persona bondadosa en un mundo necesitado?

A lo largo de nuestra vida existen varias metas comunes que todo ser humano debe afrontar. Una vez somos adultos, gozar de equilibrio económico, social, salud, etc., tiende a ser el horizonte que todos perseguimos.

Sin embargo, existe un valor que cada vez perseguimos más y más en nuestra sociedad actual: ser una persona bondadosa.

Esta época exige concientizar sobre los beneficios que tiene para nuestra sociedad el pensar, no solo en nuestros intereses, sino el del resto de las personas que la conforman y sus necesidades.

¿Qué es ser una persona bondadosa?

Intentemos definirlo. La verdad no es algo sencillo, ya que ser una persona bondadosa es relativo y depende totalmente de quién lo perciba.

A veces podemos hacer nuestro mejor esfuerzo por obrar para el bien común, pero aun así nos encontramos con que algunos no quedan satisfechos con nuestras acciones.

Ser buena persona es buscar el escenario con menor impacto negativo para los demás, y con más beneficios. Es decir, que cada decisión que tomamos debe ser en pro de un bien común. Como comentamos anteriormente, no siempre se puede dar un final feliz en esta iniciativa, pero saber que hicimos el mayor esfuerzo es suficiente para generar un cambio positivo.

En este artículo traemos algunos puntos que te ayudarán a tener pistas de cómo podemos comenzar este viaje:

Aprende a perdonar

Guardar rencores es una característica humana muy común. Pero que suceda con mucha frecuencia, no significa que no sea tóxica para la sociedad.

No perdonar algún suceso que no nos haya gustado puede generar consecuencias terribles, no solo para los demás, sino también para nosotros mismos. Es una razón para terminar amistades, mantener nuestra mente pensando en cosas negativas e impulsar un sentimiento de odio en general.

Perdonar y entender es un primer paso para mejorar como personas y así poder comenzar una nueva vida.

Sin embargo, es importante comprender que no solo debemos aprender a perdonar a los demás por cualquier daño sin intenciones que nos hayan hecho, sino también a perdonarnos cuando no pudimos cumplir con nuestras expectativas o con la de los demás.

Este paso es un gran impulso para llenarnos de energía en nuestras metas diarias. Al comprendernos mejor, podemos sentir que tenemos más posibilidades de lograr cada cosa que nos proponemos.

Trabaja en ti mismo

Debemos entender que la idea de ser una persona bondadosa, no debe ser un esfuerzo para que otros nos admiren o para tener aprobación. Si lo hacemos bajo esta perspectiva, realmente estamos buscando que la sociedad nos retribuya como si se tratara de un empleo.

En cambio, la idea es que podamos trabajar en nosotros mismos para sentirnos plenos y podamos devolver esta energía al mundo.

Cuando encontramos personas que son “malas”, pocas veces nos damos cuenta de que son seres con muchas frustraciones y pocas soluciones a todas las problemáticas que enfrentan. En cambio, una buena persona, no es más que lo contrario. Es alguien con una personalidad sencilla que ha logrado escapar de todo sufrimiento que su mente pueda darle.

Para esto, podríamos iniciar practicando actividades que sean de nuestro agrado basado en nuestra personalidad.

Algunos ejemplos podrían ser hacer ejercicio, leer y escribir, escuchar música, meditar, etc.

Asiste a terapia

Lo que impide a un individuo alcanzar el idealismo de “ser una persona bondadosa” varía dependiendo de nuestras vivencias y personalidad. Muchas veces queremos creer que podemos seguir un camino específico para esto, pero no es del todo cierto.

Si queremos ser mejores personas, primero debemos entendernos a nosotros mismos y comprender qué nos hace ser lo que somos. Debemos averigüar el aporte que podemos hacer a la sociedad.

Todas estas preguntas sólo pueden ser resueltas por ti mismo. Y por ello, la terapia conductual cognitiva es una excelente herramienta cuando queremos mejorar algún rasgo de nuestra personalidad.

Es un espacio donde podemos trabajar únicamente en nosotros y aquellos pensamientos que se convierten en obstáculos para nuestras metas.

Antes de tomar cualquier decisión, toma un momento para pensar

Son pocas las veces en la vida en que no disponemos de al menos un par de horas para evaluar la mejor decisión posible. Por esta razón, es importante que intentemos siempre pensar con calma cuáles serían las consecuencias de nuestras decisiones y cómo podemos hacer para que esta sea lo mejor posible para todas las personas involucradas.

Es normal darnos cuenta de que la primera decisión en la mayoría de escenarios posibles que se nos viene a la cabeza nos beneficia a nosotros. No es por egoísmo, sino por instinto que siempre buscamos el mejor resultado para nosotros.

Pero podemos modificar esta tendencia tomándonos un par de horas pensar, y así tomar una decisión que pueda generar un impacto positivo para todos.

Lee cuantos libros puedas

La ignorancia siempre es el mejor amigo de toda actitud egoísta. Muchas personas que toman decisiones individuales no lo hacen porque sean malas personas que quieran afectar a los demás, sino porque realmente no han concientizado sobre el impacto de sus acciones.

Leer ayuda a entrenar un pensamiento crítico más avanzado que nos ayuda a analizar mejor las situaciones.

También nos trae muchas situaciones morales y éticas que pueden ayudarnos a entender cómo relacionarnos mejor como una sociedad y no como individuos que solo deben pensar en sí mismos.

Muchos libros de filosofía nos traen estos planteamientos de forma muy sencilla para que podamos darnos cuenta del peso de nuestras acciones y cómo mejorar como comunidad.

Una persona bondadosa es agradecido/a

Ser una persona bondadosa significa que aprecias y reconoces las cosas buenas que tienes en tu vida, mostrando gratitud por ellas. Ser agradecido implica valorar las bendiciones y oportunidades que se te presentan, lo que puede generar una actitud positiva y mejorar tu bienestar emocional.

Eres educado y respetuoso

Una persona bondadosa implica ser educado y respetuoso. Tratar a los demás con cortesía, consideración y amabilidad. Respetar los límites personales, escuchar activamente a los demás y mostrar consideración por sus necesidades y opiniones son aspectos clave de esta cualidad.

Eres amable con todo el mundo

La bondad se manifiesta a través de la amabilidad hacia todas las personas, sin importar su origen, creencias o circunstancias. La amabilidad se refiere a actuar de manera amable y compasiva hacia los demás, sin importar quiénes sean o cómo te traten. Ser amable implica ser empático, mostrar actos de bondad y consideración hacia los demás, fomentando un entorno positivo y armonioso.

Una persona bondadosa es honesto

La honestidad es un pilar de la bondad. Ser una persona bondadosa significa ser sincero, veraz y transparente en tus acciones y palabras. La honestidad implica actuar con integridad y decir la verdad, incluso cuando es difícil. Ser honesto fortalece las relaciones, construye confianza y fomenta la autenticidad en tus interacciones con los demás.

Eres optimista

Ser optimista implica tener una actitud positiva y esperanzadora hacia la vida y sus circunstancias. Ser optimista implica ver el lado bueno de las situaciones, mantener la confianza en uno mismo y en los demás, y buscar soluciones constructivas incluso en momentos desafiantes.

Eres generoso con otros

La generosidad implica compartir y brindar apoyo a los demás de manera desinteresada. Ser generoso no solo implica dar materialmente, sino también dar tiempo, atención y ayuda emocional. La generosidad puede crear conexiones significativas y promover el bienestar tanto en los demás como en uno mismo.

Tomas responsabilidad por tus acciones

Tomar responsabilidad por tus acciones implica reconocer y asumir las consecuencias de tus decisiones y comportamiento. Significa no culpar a los demás por tus errores y estar dispuesto a corregirlos. Tomar responsabilidad fomenta el crecimiento personal y la madurez.

Una persona bondadosa no se sumerge en la autocompasión

No sumergirse en la autocompasión significa no dejarse llevar por la lástima y la autorreferencia negativa. En lugar de lamentarse y sentir lástima por uno mismo, es importante cultivar una mentalidad de superación y resiliencia frente a los desafíos. Esto implica adoptar una actitud proactiva y buscar soluciones constructivas.

Las personas pueden confiar en ti

La bondad se refleja en la confiabilidad. Ser una persona bondadosa implica ser digno de confianza, mantener la confidencialidad y cumplir las promesas. La confianza que inspiras en los demás te convierte en alguien en quien pueden apoyarse y confiar plenamente.

Una persona bondadosa es genuino/a

La autenticidad es un rasgo distintivo de una persona bondadosa. Ser genuino implica ser fiel a ti mismo, sin pretender ser alguien que no eres. Al ser genuino, estableces conexiones auténticas y transmites tu bondad de manera sincera.

Para resumir, ser una persona bondadosa es un gran camino a tomar si queremos una vida gratificante. Nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos y aportar nuestro grano de arena a la sociedad, de forma que podamos vivir en una comunidad cada vez más saludable. Pero es importante durante nuestro viaje hacia una mejor conciencia, no castigarnos por quienes somos, y aceptar que cada día hacemos nuestro mejor esfuerzo por ser mejor que quienes éramos ayer.

Espero que este post te haya sido de mucha ayuda. Siempre contando contigo, te exhorto a las tres C: Comenta, Comparte y Compra. 😉

¡Gracias!